La imagen del Santo Cristo del Amor es una talla de tamaño natural que presenta el momento de la Expiración de Nuestro Señor Jesucristo. Fue realizada en Morón de la Frontera (Sevilla) en el año 2007 por el escultor sevillano Don Manuel Martín Nieto, en madera de cedro policromada siguiendo los pasos de estuco y capas de óleos tradicionales en la imaginería sevillana.
El rostro tiene expresiones muy serenas. La inclinación de la cabeza evidencia que el Señor ya está muerto, lo que se confirma, además, por la manera que pende, muy colgante, del madero.
El Cristo muestra la característica de tener los pies clavados con un clavo diferente en cada uno y no porta ya la corona de espinas, lo que consigue no ocultar ni restar importancia a la belleza de las facciones del Santo Rostro.
La manera de portar al Santo Cristo constituyó toda una novedad en la Semana Santa toledana, ya que todos los Cristos desfilaban hasta este momento de forma vertical sobre andas.
La forma de portarlo es con unas sencillas andas metálicas para ocho cargadores cargando a doble hombro. El diseño de las andas posibilita que la imagen se porte en un plano inclinado de 25 o 30 grados lo cual facilita la observación del sufrimiento de Nuestro Señor ya fallecido.
El Cristo es portado por los hermanos. Visten túnica gris ceñida con cíngulo beige, capelina y escapulario negro, yendo bordado el escudo de la Cofradía en blanco sobre el mismo. Sobre el pecho cuelga la medalla pendiendo de un cordón blanco. Remata el hábito guante negro. Los hermanos llevan farol de mano excepto aquellos que portan la imagen.
La medalla, en forma de cruz rodeada por el óvalo que representa el escudo tiene en el anverso la leyenda “Inflamma cor nostrum amore tui” y en el reverso la inscripción “Cofradía del Santo Cristo del Amor”.
El escudo de la Cofradía está compuesto por un óvalo negro, ribeteado con un filo blanco, en el que se presentan, entrelazadas e insinuando las tres cruces del calvario, las letras JHS, siglas de Jesús Salvador de Hombres (Iesus Hominum Salvator).
Las letras son de color blanco y quedan rematadas en puntas en sus extremos. El óvalo, que queda sujeto por cuatro clavos en clara alusión a los que caracterizan a nuestra imagen titular, se ve bordeado en su parte inferior por una filacteria, también negra, con la leyenda “Inflamma cor nostrum amore tui (“Agranda nuestro corazón con tu amor”).