Alberto Sánchez encuentra casa propia en Toledo
Acaba de abrirse un nuevo y decisivo capítulo en la relación de Alberto Sánchez con su ciudad de origen. Una importante muestra de la producción del artista, adscrito a la corriente de las vanguardias históricas, que hubo de emprender el camino del exilio a consecuencia de la guerra civil, es expuesta de manera permanente en Toledo. Este acontecimiento tan esperado es posible gracias a la recuperación y rehabilitación de la que fuera la sacristía de la antigua iglesia del Convento de Santa Fe, sede de la Colección Roberto Polo. Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha, lo que propicia un enriquecedor diálogo entre la obra del creador y sus coetáneos en el ámbito internacional.
Un conjunto de veintidós obras, fechadas entre 1926 y 1962, trece dibujos y nueve esculturas, permite apreciar la singularidad, la fuerza y el carácter innovador de un trabajo que ha permanecido oculto a la mirada de los toledanos y de los amantes del arte en general durante veintidós años. Piezas tan emblemáticas como La mujer de la estrella, Maternidad, Minerva de los Andes o Mujer castellana, pueden ser admiradas de nuevo. Desde que en 2001 cerró sus puertas el Museo de Arte Contemporáneo de Toledo, ubicado en la “Casa de las Cadenas”, las creaciones de Alberto, que ocupaban un lugar privilegiado en el mismo, fueron trasladadas a los almacenes del Museo de Santa Cruz, depositario de las obras y encargado de su custodia y conservación.
Aunque los trabajos del artista siempre han estado a disposición de los investigadores y han formado parte de exposiciones temporales en distintas ciudades españolas, su legado estaba falto de un lugar de referencia, un deseo que la familia de Alberto manifestó desde que llevó a cabo la donación al Estado español de la mayor parte de la producción que ahora se expone. Ese anhelo se hace realidad gracias a la iniciativa de la Junta en colaboración con dos de sus museos de cabecera: la Colección Roberto Polo. Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha y el Museo de Santa Cruz. En palabras de la Consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez Pérez, “Alberto nunca se marchó del todo de Toledo, a pesar de su vida viajera, de su largo exilio”, pero ahora, “simbólicamente, tras un largo periplo”, ha regresado a sus orígenes para quedarse.